Encuestamos a 40 barilochenses que levantaron recientemente su hogar y sólo el 36% dijo que atravesó la obra en armonía familiar. Te contamos cuáles son los principales motivos de tensión y compartimos algunos consejos de quienes ya construyeron para evitar discusiones.
“¿Cómo atravesó tu grupo familiar el proceso de construcción?”, consultamos en la encuesta. “En armonía”, respondió el 36 %, “con eventuales momentos de tensión” dijo el 59%, y “en conflicto permanente”, admitió el 5%. Evidentemente la obra no es un camino de rosas y pone a prueba la paciencia, la capacidad de diálogo, de negociación y las relaciones personales.
El principal motivo de las discusiones (43%) está relacionado con el vínculo con los trabajadores de la obra: quién hace el seguimiento, hace cumplir los acuerdos, marca errores y exige los cambios.
El 29% afirmó que tuvo tensiones familiares por el financiamiento de la construcción, por entender que el aporte no era equitativo. Y el 11% por la distribución de responsabilidades (principalmente por el tiempo que insumen las gestiones, trámites, búsqueda de presupuestos y compras). Consensuar el proyecto también puede generar desencuentros: el 7% tuvo tensión para definir la disposición de los ambientes y para llevar el proyecto de casa soñada a uno económicamente posible de ejecutar.
La encuesta, que no pretende la rigurosidad de un estudio académico pero sí tener en cuenta la experiencia de familias locales para poder advertir a quienes estén por construir, incluyó la siguiente consulta: “¿Qué le recomendarías a quienes están por comenzar a construir para preservar sus vínculos familiares?”.
Aquí, algunas de las respuestas:
- “Sobre todo si se construye en pareja, tratar de arreglar cada desacuerdo (que los habrá) a tiempo. La construcción de una casa debe ser un proyecto a disfrutar, pero hay tantas cosas que involucran tensión y nervios (sobre todo a nivel económico) que es fácil descargar con el otro toda esa tensión a través de una discusión eterna por el color de una baldosa”.
- “Si una es mujer, marcar desde el principio con el equipo de construcción que una también opinará y quiere saber detalles y explicaciones de procesos (los constructores tienen la tendencia a sólo hablar con los hombres). Participar de entrada deja claro que una también tendrá voz y voto en todo el proceso, y no sólo en la elección estética de un piso o una canilla, que es a veces el prejuicio de los constructores”.
- “No delegar en la otra persona la responsabilidad de la obra. Siempre se puede colaborar y ser parte”.
- “Hay que trabajar la paciencia y tratar de evitar discusiones innecesarias”.
- “Si la obra te quita tiempo para destinarlo a la familia, que la familia sea parte de la obra. Que todos/as vean cómo avanza, proyecten cómo va a ser la vida allí, conozcan cómo se trabaja y observen el resultado del esfuerzo que hacen todos para levantar la casa.
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