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Por cada árbol que tires al construir, tenés que plantar tres autóctonos

Nuestra ciudad está emplazada dentro de un marco natural paradisíaco, que debe preservarse. Por eso, es importante que, si vas a construir, tu proyecto no arrase, sino que se amolde y conviva con el paisaje. Dónde pedir permiso para voltear un ejemplar y cómo cumplir el compromiso de reforestación.

Los beneficios de vivir rodeados de árboles ya están probados: mejoran la calidad del aire, atenúan la erosión e inundaciones, embellecen el paisaje y absorben el ruido urbano, entre otros. Las consecuencias de la deforestación, también: aludes, inundaciones, calentamiento global. La Ley de Bosques y las ordenanzas municipales regulan y protegen el arbolado, además de delimitar responsabilidades y ordenar mecanismos de reforestación.
Al momento de construir, debemos causar el menor impacto ambiental posible. En caso de no poder evitar la tala de algún ejemplar, se debe contar con la autorización del Servicio Forestal Andino, que además de inspeccionar, cubicar, cobrar y extender la guía forestal, impone un compromiso de reforestación que debe cumplirse al finalizar la obra y consiste en plantar 3 especies por cada árbol cortado, sea o no autóctono.
El compromiso puede honrarse en el mismo terreno donde se construyó. En ese caso, deberá presentar ante el Servicio Forestal Andino la factura de compra en algún vivero de la zona, con el detalle de las especies autóctonas adquiridas. O puede entregar los árboles a la institución, para ser utilizados en las campañas de reforestación.
La Ley Forestal establece penalidades para quienes volteen árboles sin autorización, que oscilan entre 10 y 15.000 veces el aforo que corresponda por metro cúbico de madera de álamo, vigente al momento de la infracción.


Conocé cómo solicitar permiso, la documentación a presentar y los costos ingresando a nuestra guía de trámites.